La IA no reemplazará a las personas. Pero quienes la usen reemplazarán a quienes no lo hagan.
Anastasia, Client Relationship Lead, Oki-Toki.
¿Sabes qué es lo que más me sorprende en las conversaciones sobre IA en los contact centers?
Todos hablan de tecnología, pero casi nadie habla de las personas.
Tras trabajar 8 años en esta industria, vi a cientos de operadores sentados en cubículos, leyendo scripts de forma mecánica y soñando con que llegue el viernes. Operadores despedidos después de otra “optimización”. Se agotaban, y la rotación alcanzaba el 30–45% (employee turnover) al año, con un ciclo interminable de contratación.
Y sigo escuchando esta pregunta, llena de miedo: “¿Qué pasará cuando la IA me reemplace?”
Esto es lo que respondo — y no es un consuelo, sino un hecho: la mayoría de los expertos se equivoca cuando afirma que la IA reemplazará por completo a los operadores.
La IA no reemplazará a los operadores. La IA los liberará de aquello que destruía su motivación: la monotonía, la lectura de scripts y la pregunta número cien del día: “¿Cómo restablecer la contraseña?”.
El nuevo rol del operador: de ejecutor a arquitecto de relaciones
Lo que realmente está ocurriendo es que la profesión del operador está viviendo un renacimiento. Cada vez menos trabaja como un “FAQ que habla” y cada vez más como Experience Orchestrator — un especialista que gestiona una red de asistentes AI y entra en acción en situaciones emocionalmente difíciles o técnicamente complejas.
AI elimina la monotonía y pone el foco en las Human-Centric Skills: EQ (inteligencia emocional), Critical Thinking y creatividad.
Para 2025, los operadores han comenzado a convertirse en aquello que siempre debieron ser: profesionales que resuelven problemas, no personas que repiten frases memorizadas — aunque esto es más una tendencia que un hecho consolidado.
La verdad sobre lo que está ocurriendo con la profesión
Un estudio de Metrigy muestra que el 55,7% de las empresas redujo el número de nuevos operadores que planeaba contratar después de implementar AI, y el 36,8% llevó a cabo recortes del 24,1% del personal en promedio.
Pero en mi opinión, esto no es el fin de la profesión, sino su transformación.
Cuando pregunto a los operadores: “¿Qué prefieres — cien preguntas repetitivas al día o veinte preguntas difíciles que requieren pensar?”, el cien por ciento elige la segunda opción. Y por la segunda se paga mejor.
AI automatiza la rutina, y lo que queda para las personas son las interacciones, las emociones y las decisiones. Por eso, no es una amenaza para la profesión, sino su evolución.
Entonces, ¿cómo funciona esto en la práctica? Veamos tres roles clave del futuro: Experience orchestrator, AI supervisor y Specialized problem solver.
Experience Orchestrator — gestión de la experiencia del cliente
La primera vez que vi el modelo “Agent as Coworker” (el agente trabaja junto con AI como un compañero) en un proyecto en América Latina, pensé: “Así debería haber sido siempre”.
Esto es lo que ha cambiado: antes, el operador estaba solo frente al cliente y frente a una multitud de sistemas donde debía buscar información. AI asumió ese trabajo pesado. Encuentra datos, muestra el historial, sugiere soluciones. El operador ve todo en la pantalla en segundos y puede concentrarse en lo esencial. Escucha no solo las palabras, sino también las emociones. Entiende cuándo el cliente necesita algo más que una respuesta estándar. Y toma decisiones que AI nunca tomará — porque requieren no lógica, sino empatía.
Veamos dos escenarios reales que muestran cómo funciona esto.
Caso 1: Empatía y crisis resolution — cuando la ira se convierte en lealtad
En 2024, Delta Airlines enfrentó una falla masiva de TI que paralizó su sistema de check-in y causó retrasos generalizados en todo el país. Los clientes llamaban furiosos: reuniones arruinadas, planes perdidos, nivel de ira 9/10. El análisis de este caso muestra cómo la sentiment analysis ayudó a manejar la crisis.
Cómo funciona: La sentiment analysis en tiempo real procesaba más de 30,000 menciones diarias de la marca. Cuando se detectaba un aumento brusco de negatividad, el sistema enviaba alertas automáticas al equipo de respuesta a crisis, reduciendo las reacciones negativas en un 37% en solo 24 horas.
Veamos cómo puede verse esto en una interacción normal entre un cliente y una aerolínea usando AI:
- El cliente llama al contact center. Primero lo atiende un AI-bot, que ofrece la compensación estándar según la política de la aerolínea.
- Pero simultáneamente, la sentiment analysis detecta: «Anger level: 9/10″, «Churn risk: High».
- El sistema entiende: aquí se necesita un humano. La llamada se transfiere automáticamente a un operador en vivo.
- El operador toma la llamada para escuchar realmente al cliente y ofrecer una solución de nivel superior — algo que el cliente no espera, pero valora. En lugar de seguir el protocolo estándar, el operador ofrece:
- Un billete para el siguiente vuelo en clase business;
- Un voucher de hotel;
- Una carta de disculpas personalizada de la dirección.
Resultado: no solo compensación, sino Customer Retention.
Aquí es donde se ve la magia humana. AI detectó la ira y evaluó el riesgo. La persona supo qué hacer con esa información y convirtió un desastre en una victoria.
Caso 2: Creatividad y value-based selling — cuando la venta no parece venta
Pensemos en otro escenario. Un cliente llama a una tienda online con una pregunta simple: “¿Dónde está mi traje de esquí?”
La mayoría de los operadores respondería: “Está en camino, llegará mañana”. Fin de la conversación.
¿Qué hace un operador que trabaja con AI?
Cómo funciona: AI proporciona al operador Contextual Data en tiempo real: historial de compras, intereses, patrones de comportamiento, Customer Lifetime Value. El operador usa estos datos no para hacer «hard selling», sino para ofrecer una recomendación personalizada que realmente aporta valor al cliente.
Paso a paso:
- El cliente llama preguntando por el estado de entrega del traje de esquí.
- El sistema AI muestra al operador en pantalla:
- “Últimas compras: esquís de montaña, fijaciones, ropa térmica”.
- “Upcoming trip: Alpes, en 2 semanas (según los datos del CRM)”.
- El operador responde la pregunta sobre la entrega y luego añade: “Veo que te estás preparando para una buena temporada de esquí. Nuestro Travel Insurance cubre deportes extremos y protege tu equipo nuevo hasta 5.000 €, algo que los seguros estándar no ofrecen. Con tu equipo, podría ser importante”.
Esto no es venta agresiva. Es venta por valor añadido. El cliente no siente presión: siente atención.
Cuando los operadores pueden pensar y no solo leer scripts, los resultados hablan por sí solos: mayor conversión, ticket promedio más alto, mayor retención. Y lo más importante: los operadores disfrutan más su trabajo.
Specialized problem solver — quien resuelve los problemas difíciles
Si el Experience Orchestrator gestiona la experiencia del cliente junto con AI y maneja todo el rango de solicitudes — desde las simples hasta las complejas — el Specialized Problem Solver entra en juego en los momentos de mayor dificultad. Es el experto que asume situaciones donde un error puede costar muy caro.
Por ejemplo:
- En el sector financiero: AI gestiona consultas sobre el saldo, el Experience Orchestrator maneja reclamaciones y ventas, mientras que el Specialized Problem Solver investiga fraudes o casos complejos relacionados con créditos.
- En telecomunicaciones: AI resuelve cuestiones de tarifas, el Experience Orchestrator ayuda con la activación de servicios, y el Specialized Problem Solver se ocupa de problemas técnicos de red o negociaciones con clientes VIP.
Según un estudio sobre la industria de AI en América Latina, la empresa brasileña Blip desarrolló una plataforma de AI para procesamiento de lenguaje natural en portugués y español. Sus bots gestionan más de 50 millones de conversaciones diarias para clientes corporativos como GM, Dell e Itaú, liberando a los operadores para que trabajen solo en las escalaciones complejas que requieren conocimiento normativo, detalles técnicos o habilidades de negociación.
De acuerdo con un estudio de GoodCall sobre la transformación del rol del operador, los salarios en posiciones especializadas son un 20–40% más altos que en las funciones básicas. Y tiene sentido.
El nuevo rol del supervisor — de la supervisión al data science y strategic leadership
¿Recuerdas el modelo antiguo? El supervisor escuchaba entre el 5–7% de llamadas aleatorias, completaba checklists y una vez al mes daba retroalimentación al operador. Para entonces, nadie recordaba lo que había ocurrido tres semanas atrás.
Los supervisores ya no necesitan controlar una muestra aleatoria de llamadas. Ahora, AI analiza por ellos el 100% de las llamadas, chats y correos: cumplimiento de estándares, cumplimiento normativo (GDPR, regulaciones financieras), tono de la conversación y calidad de la resolución. AI encuentra patrones y anomalías que un humano no podría detectar ni en un mes de trabajo manual.
El rol del supervisor cambia radicalmente. Deja de ser un “cazador de errores” y se convierte en un estratega: analiza patrones, entrena al equipo basándose en datos y optimiza procesos. AI proporciona transparencia — muestra lo que realmente está pasando. El supervisor convierte esa transparencia en acciones.
Aquí tienes dos escenarios reales que muestran cómo funciona.
Caso 1: Total quality management — control del 100% en lugar de una muestra
Analizando experiencias de implementación de AI en el sector financiero, me encontré con un caso ejemplar de un gran banco estadounidense (no revelo el nombre por NDA). El problema era típico para la industria: la supervisión tradicional de calidad analizaba solo el 2–5% de las llamadas. Las violaciones críticas de compliance (por ejemplo, no mencionar información obligatoria de riesgo al vender un producto financiero) podían pasar desapercibidas.
El banco implementó una plataforma de AI para full quality control y análisis de voz — y los resultados fueron impresionantes. Así cambió el trabajo del supervisor.
Cómo funciona: El QA Bot analiza todas las conversaciones según múltiples criterios: AHT, Compliance (GDPR), Script Adherence, Emotional Dynamics, Resolution Quality. El sistema identifica al instante violaciones críticas y envía alertas al supervisor.
Veamos cómo podría verse esto en la práctica:
- El QA Bot escanea 5.000 llamadas a la semana.
- El sistema detecta un patrón: el 20% de los operadores del turno nocturno muestran bajo CSAT y altos niveles de estrés.
- El supervisor recibe un análisis detallado con ejemplos de llamadas.
- Al profundizar, descubre que por la noche aumentan las llamadas de clientes cansados e irritados, y las solicitudes rutinarias consumen demasiado tiempo del operador.
- Solución: implementar un bot AI para manejar consultas transaccionales simples durante la noche (saldo, estado de pedido, reset de contraseña).
- Resultado: los operadores quedan liberados de la rutina y pueden concentrarse en casos emocionales complejos. CSAT sube un 12% en 2 semanas, estrés del operador disminuye.
Esto es gestión basada en datos. AI detecta patrones que un supervisor no vería escuchando llamadas aleatorias. El humano entiende la causa real y toma una decisión estratégica.
Caso 2: AI-powered workforce management — planificación basada en datos
Imagina esta situación: un supervisor planifica los turnos de la semana siguiente basándose en estadísticas del año pasado y en intuición: “Los lunes suele haber muchas llamadas, los viernes menos”.
El problema es que la realidad no siempre coincide con los datos del año anterior. Se lanza una campaña de marketing — las llamadas se duplican y no hay suficientes operadores. O ocurre lo contrario — los operadores están ociosos porque no entran llamadas.
Veamos qué hace un supervisor que trabaja con AI:
Cómo funciona:
Machine Learning analiza no solo el historial de llamadas, sino también factores externos: campañas de marketing, condiciones meteorológicas (los días de lluvia aumenta la actividad de compras online), menciones de la marca en redes sociales, días festivos y eventos estacionales. El supervisor usa estos datos para realizar previsiones precisas, no suposiciones.
Paso a paso:
- Un gran retailer europeo, H&M, se prepara para iniciar sus rebajas de verano.
- El sistema AI analiza múltiples factores:
- Historial de llamadas durante rebajas anteriores;
- El envío programado de emails a 500.000 suscriptores;
- Pronóstico meteorológico (los fines de semana calurosos impulsan compras online);
- Aumento del 30% en menciones de la marca en redes sociales.
- El sistema predice un pico de consultas de +40% el sábado entre las 14:00 y las 18:00.
- El supervisor recibe automáticamente una propuesta de horario óptimo para los próximos 5 días.
Resultado: todas las consultas se atienden sin retrasos, los operadores trabajan con una carga óptima (75–85%), y el SLA se cumple en más del 95%.
Esto no es adivinación, es planificación basada en datos. AI ve patrones que un humano no puede ver; el supervisor toma decisiones que AI no puede tomar solo.
AI operations supervisor — quien entrena y controla la IA
Existe otro rol que surgió hace muy poco — y cambia las reglas del juego.
Antes, los supervisores solo controlaban a las personas. Ahora, existen especialistas que controlan a la IA.
AI Operations Supervisor es la persona que observa cómo trabajan los bots. ¿Suena extraño? En realidad, es un rol crítico. Porque la IA no es un botón mágico de “encender y olvidar”. Los bots cometen errores. Dan respuestas incorrectas, no entienden el slang, se bloquean con consultas inusuales.
Esto es lo que hace un AI Operations Supervisor:
Analiza dónde los bots funcionan bien y dónde fallan. Detecta que, por ejemplo, el 30% de los clientes que preguntan por devoluciones abandonan el chat sin resolución — y entrena al sistema. Encuentra consultas que el bot no entiende (“quiero mi dinero de vuelta por este pedido” en vez de “quiero hacer una devolución”) y añade esas frases a la base. Supervisa métricas: cuántas consultas el bot resolvió solo, cuántas transfirió a humanos, dónde los clientes se frustraron y pidieron operador.
No es programador ni desarrollador de IA. Es una persona que entiende tanto a los clientes como a la tecnología. Cada día vuelve a la IA más inteligente porque sabe cómo la gente realmente habla, qué necesita y dónde el sistema falla.
Revisando estudios sobre gestión de IA en contact centers, observé que cuando una empresa asigna a un especialista para controlar y entrenar a los bots, los resultados mejoran significativamente: menos errores de respuesta, clientes más satisfechos, y mayor porcentaje de consultas resueltas sin intervención humana. La lógica es simple: alguien observa el sistema constantemente, lo entrena y lo mejora.
¿Los salarios? Entre un 30–50% más altos que los de un supervisor tradicional. Porque este especialista debe entender tanto la atención al cliente como los aspectos técnicos de los sistemas de IA — una combinación rara.
Tu futuro empieza ahora
La pregunta no es si la IA reemplazará a los operadores y supervisores. La pregunta es quién se adaptará más rápido.
Quienes desarrollan inteligencia emocional, aprenden a usar herramientas de IA y eligen una especialización aumentan su valor y su salario. Quienes se aferran a los métodos antiguos corren el riesgo de quedarse atrás.
Domina la inteligencia emocional (EQ) y aprende a trabajar con IA. Buenas noticias: no tienes que convertirte en programador. Basta con comprender cómo la tecnología potencia tus habilidades. Aquí tienes por dónde empezar:
Cursos online (gratuitos o económicos):
- Emotional Intelligence – Coursera (Arizona State University) — fundamentos de EQ para el trabajo, ~4 semanas;
- Emotional Intelligence in Leadership – Coursera — estrategias prácticas para equipos;
- Developing Your Emotional Intelligence – LinkedIn Learning — curso corto (2–3 horas);
- Customer Service in the Age of Generative AI – Coursera (University of Virginia) — cómo usar chatbots AI y personalización;
- AI Contact Center: Conversational Design Basics – Google Cloud — curso gratuito sobre creación de agentes virtuales;
- 10 Best Free AI Customer Service Courses – Sobot Academy — selección de cursos gratuitos;
- Libro clásico: “Emotional Intelligence 2.0”, de Daniel Goleman.
Practica tus habilidades con ChatGPT
Una de las formas más sencillas de desarrollar habilidades es practicar con ChatGPT. Está siempre disponible y no se molesta por los errores.
Pídele que interprete a un cliente molesto, inicia un diálogo y recibe retroalimentación. Cuando eso sea sencillo, complica los escenarios: un cliente exige lo imposible o se pone personal.
Pide formación a tu empresa
¿Tu empresa implementa IA? Exige entrenamiento y tiempo para practicar. No es un favor: es tu derecho como profesional.
Ya analizamos cómo está cambiando la profesión del operador y qué roles están surgiendo. Pero ¿cómo funciona esto desde el punto de vista tecnológico? ¿Qué herramientas de IA están transformando las reglas del juego? Y lo más importante: ¿cómo pueden los líderes implementarlas en sus contact centers sin convertir el proceso en caos?
Todo esto lo explicaré en la segunda parte.
Allí mostraré la mecánica tecnológica de la transformación: desde escenarios concretos de AI hasta una Road Map detallada de implementación, con casos, métricas y cifras reales de ROI.

